Alzando el Vuelo

Unos de los momentos en que las aves son más bellas es cuando alzan el vuelo, su figura se estiliza y dejan ver todo su cuerpo, pero quizás este sea el momento más difícil de fotografiar, son demasiados los factores que actúan para que la toma quede bien, la velocidad de enfoque, la luz, el entorno, la capacidad del fotógrafo para seguir al ave…….

Aquí os muestro estas fotos de un ánsar y pato cuchara, aves muy abundantes en estas fechas invernales, las cuales ya estarán muy contestas después de estas lluvias pudiendo estar en casi toda la marisma de Doñana. Y este tarro blanco fotografiado en el Paraje Natural Marismas del Odiel, en estas fechas se juntan formando bandos de entre 30 y 400 ejemplares aunque hace unos días pude contemplar un bando de más de 1400 ejemplares, todo un espectáculo.

 

Ánsar común (Anser anser) alzando el vuelo en Veta la Palma, Espacio Natural Doñana

Nikon D300 sigma 150-500 f6.3 1/800seg  iso 200

 

Macho de pato cuchara (Anas clypeata) alzando el vuelo en Veta la Palma, Espacio Natural Doñana

Nikon D300 sigma 150-500 f6.3 1/640seg  iso 200

 

Tarro blanco (Tadorna tadorna) alzando el vuelo en Veta la Palma, Espacio Natural Doñana

Nikon D300 sigma 150-500 f6.3 1/800seg  iso 200

Un Corazón de Flamencos

Hola amigos, hoy hago una entrada para mostraros una foto de la que me siento muy orgulloso. Ha quedado segunda en el concurso Foto Aves 2009 de SEO/birdlife en la categoría Paisaje de zonas Húmedas.

Esta foto, es una de esas que es fruto de la casualidad y de la suerte, el estar en el sitio y en el momento justo para poder tomarla. Y sobretodo tener la suerte que me brinda mi trabajo de poder acceder a ella.

Cuando vi la figura que habían formado este grupo de flamencos no me lo podía creer y pensé que sería una ilusión óptica y le hice varias fotos quedando este resultado.

Espero que os guste.

Corazón de flamencos, Veta la Palma, Parque Natural de Doñana
Nikon D300 sigma 17-35 f5 1/1000seg ISO200

Vuelo al atardecer

En estos momentos una imagen y un sonido inundan los atardeceres de Doñana, los ánsares.

Por estas fechas se concentran más de 40000 ejemplares que vienen del norte de Europa a pasar el invierno en la marisma, llegan llenos de alegría al ver que su viaje a llegado al final y han llegado sanos y a salvo.

Este año no hay agua en la marisma,  por lo que están obligados a concentrarse en los único sitios donde la hay, los arrozales que rodean el parque.

Por la tarde acuden a sus zonas de descanso, donde se encuentran a salvo, los lucios que se han llenado de forma artificial para dar cobijo a estos animales.

Espero que disfrutéis de esta imágenes y que os podáis imaginar la algarabía que montan cuando están descendiendo al agua para dormir.

Grupo de ánsares en formación.

Nikon D300 sigma 150-500 f 6.3 iso 640

Grupo de ánsares en formación.

Nikon D300 sigma 150-500 f 6.3 iso 640

Descenso al agua de forma descontrolada

Nikon D300 sigma 150-500 f 6.3 iso 640

Ánsares en los arrozales de Isla Mayor

Nikon D300 sigma 150-500 f 6.3 iso 400

Lucio del Parque Nacional de Doñana, donde duermen los ánsares

Nikon D300 sigma 150-500 f 6.3 iso 200

Bando de ánsares

Nikon D300 sigma 150-500 f 6.3 iso 640

Oportunistas

Este verano ha sido especialmente duro para los animales, ha hecho mucha calor, lo que ha provocado que se seque toda la marisma e incluso muchas de las lagunas.

Esto que es algo natural, que no se puede combatir de ninguna manera, ya que el clima tiene sus propias leyes, trae consecuencias en la fauna, pero no para toda, hay a las que estas condiciones adversas beneficia.

Son todas aquellas especies oportunistas, las que esperan que muchas otras las malas condiciones hagan que las mas débiles caigan y no sobrevivan.

Es una consecuencia natural aunque a veces parezca cruel, y a la par es beneficioso, ya que sobreviven los mejor adaptados y los mas fuertes, estos oportunistas lo único que hacen es limpiar el campo de esos cadáveres.

Aunque en Doñana no cría ningún buitre, es fácil verlos sobrevolándola buscando cadáveres para poder alimentarse, muchas veces se pegan tal festín que no pueden regresar volando hasta que no digieran una gran parte de su comida, viéndolos posados en los arboles mas cercanos o en medio de la marisma, acicalándose o descansado.

Nikon D300 Sigma 150-500 f6.3 Iso 100

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nikon D300 Sigma 150-500 f6.3 Iso 100

Nikon D300 Sigma 150-500 f6.3 Iso 100

Otro “Planeta”

Estas fotos parecen que han sido sacadas verdaderamente en otro planeta, pero sin ir más lejos de la realidad, no es que me haya tocado un viaje a otro mundo, están hechas muy cerquita de donde vivo, de donde soy y de donde trabajo.

Como mucho podréis haber adivinado son del rio Tinto, ese rio en el que los colores, las formas, las texturas, las rocas e incluso los paisajes parecen sacados de otro planeta.

Ha sido todo un descubrimiento lleno de recursos, un lugar en el que se puede emplear miles de horas y siempre puedes sacar cosas nuevas, originales y cambiantes. A cada paso que das encuentras una imagen surrealista, unos colores sacados de un ilusionista de la paleta de colores.

Formas fantasmagóricas que llegan a dar miedo, como estas caras sacadas de las mas terroríficas películas de miedo.

En estas fotos no he pretendido otra cosa que plasmar todas esas imágenes que me han llamado la atención en tan singular y bello paisaje, donde todo se debe al capricho de la naturaleza acompañado de la mano del hombre desde los tiempos de sus orígenes en la minería.

Tengo que dar las gracias al amigo Pepe Pérez de Ayala que nos enseñó este sitio y que nos está dando horas muy divertidas a mi, a José Antonio Sencianes, a José Manuel Méndez y Rocío Astasio.

Nikon D300, sigma 17-35 f 2,8 iso 100, polarizador circular y trípode en algunos casos.

El Rey de la Marisma

Al amanecer se respira un aire especial, ya ha entrado el otoño y eso en Doñana significa cambios.

Ahora los amaneceres y los atardeceres son algo distintos, con luces más pasteles, con un poco de frio y humedad que hacen que a muchos animales sientan la llamada de la reproducción.

Es el turno del ciervo, el que llena con su berrido el amanecer y el atardecer reclamando su harén y su territorio , como dueño y señor de la marisma y del monte. Exhiben sus cuernas desafiantes a todo aquel macho que se les acerca y se atreve a arrebatarle alguna de sus hembras.

Siempre me decían que en Doñana los ciervos eran pequeños y que no tenían unas cuernas muy espectaculares, pero he podido comprobar que no es así. Y puedo asegurar que asusta ver a un macho de los que hay en la marisma, berreando y de repente desafiándote en cuanto te ve, incluso haciendo el amago de atacarte, todo una experiencia con la naturaleza que te rodea.

El celo es tal que atacan a todo lo que se les acerca, vacas, gamos, caballos, incluso al ser humano. Supongo que estos ciervos tendrán menos miedo a los hombres que en otros sitios.

Ciervo en el monte, Doñana

Nikon D300, sigma 150-500 f6,3 iso 100

Ciervo berreando junto a grupo de hembras, marisma de Doñana

Nikon D300, sigma 150-500 f6,3 iso 200

Macho de ciervo junto a un gamo, Doñana

Nikon D300, sigma 150-500 f6,3 iso 100

Regalos

El otro día mientras trabajaba y realizaba uno de mis censos mensuales, con un calor insoportable, y muy fatigoso, tuve la maravillosa recompensa de encontrarme con estas dos imágenes. Con la carraca me quede un buen rato sin ser capaz de reaccionar, me quede mirándola igual que ella a mí, sorprendida de como la miraba, el calor era demasiado sofocante para plantearse si hacia debía huir o no, con lo que decidió simplemente obsérvame como hice yo con ella, hasta que pensé que le podía hacer fotos. No pensaba que me iba aguantar tanto como para poder imprimir su imagen en mi cámara, pero sí que aguantó, mucho más de lo que yo esperaba y me posó de todas las posturas y desplegando toda la exuberancia de sus colores. No solo se quedo el día en eso, ya que varias especies de esas que casi siempre son muy esquivas se hacían muy notables y muy tranquilas, como es el caso de la garcilla cangrejera. Así, que lo que parecía un día un poco soso, con mucho calor y muy sofocante, se convirtió en un día ameno y muy interesante, llegando a contar más de 20.000 aves en la Dehesa de Abajo.

Carraca, Entremuros, Parque Natural de Doñana

Nikon D300 sigma 150-500 f9 iso 200

Garcilla cangrejera, Dehesa de Abajo

Nikon D300 sigma 150-500 f10 iso 100

La montaña

Los pirineos, son para mí un escape espiritual, es cambiar todo a lo que estoy acostumbrado, el calor en verano, el estiaje amarillo sin agua por los campos verdes y rebosando de agua allí donde pises, el horizonte plano de la marisma a un horizonte cercano por donde tus ojos se chocan contra una montaña.
Todo es distinto, incluso las rutas para andar son muy distintas y mas dificultosos, la altura y el desnivel es algo bastante sufrido para alguien que esta acostumbrado a lo llano y a la arena, pero el cambio es algo que merece la pena, te relajas, te sientes integrado con una naturaleza muy distinta.
Te ves mezclado entre gente que trata la naturaleza de una forma un poco distinta, la ama y la respeta, sabe que en la montaña no se pueden descuidar, que a la vez que es preciosa puede ser altamente traicionera.
Solo cuando te ves en lo más alto de un pico a 2800 metros (es lo máximo a lo que pude llegar), te das cuenta de lo insignificante que somos, te ves rodeado de montañas enormes, de glaciares, de ibones del deshielo, ríos y cascadas. Y ves en este momento que todo el daño que le hacemos a la naturaleza, se puede volver contra nosotros, y nos puede quitar de ella en un momento.
A sido un viaje de lo mas enriquecedor y lleno de aventura acompañado de Rocio, Alicia y nuestra incasable perra Nayma.

El camuflaje y la vistosidad

Es increíble cuando observas algunas de estas aves, cuando ves a un adulto con esos colores, líneas y vistosidad y luego por suerte ves a uno de sus pollitos y lo pierdes de vista por el poder de camuflaje que tiene. Lo estás viendo, si parpadeas dejas de verlo, lo puedes tener en tus pies y no verlo al quedarse tan quieto que parece que no respira.
Sus padres se aprovechan de la vistosidad y del color de sus plumajes para que te fijes en ellos y así no prestes atención a su progenie.
Siempre me han llamado mucho la atención todas estas aves, con una vistosidad sin igual y con un poder de camuflaje como ninguno.

Nikon D300 sigma 150-500

Macho de ganga, Parque Nacional de Doñana

Nikon D300 sigma 150-500
Pollo de ganga, Parque Nacional de Doñana

Nikon D300 sigma 150-500
Hembra de ganga, Parque Nacional de Doñana

Caprichos

Esta primavera ha estado llena de color, de olor, de imágenes, mientras trabajaba he intentado captar algunas de estas llenas de color y en ellas intentar plasmar el olor. ¿Quien al ver una flor no le viene a la mente el olor que desprende?.
Aquí os voy a mostrar unas cuantas imágenes de flores, de distintos colores, tamaños y formas, algunas muy aromáticas y otras con estrategias singulares o con historias populares mágicas o de hechicería.
El impacto visual cuando vas por la marisma y te encuentras a todos los salados llenos de esa flor lila, es el momento en el que el cambio de la marisma se hace más patente. El ir paseando por las dunas y ver a las hermosas clavellinas tapizando a estas, o a la algodonosa, llena de pelos blanquecinos para poder protegerse del secante viento y de las altas temperaturas y que de repente se visten de amarillo con su flor.
El llegar a un campo de cantueso al amanecer y despertar tu olfato con su olor intenso y agradable además de teñir de morado todo lo que cubre. Los lirios que engalanan la marisma de amarillo y verde. La belleza del monte blanco en flor, que en vez de ser blanco en ese momento se vuelve amarillo intenso.
Las leyendas que rodea las plantas como es el caso de la mandrágora, de la que se valían las brujas para fabricar ungüentos con los que se intoxicaban, experimentando sensaciones de levitación, euforia y alucinaciones, volaban así con la imaginación, ya que el cuerpo quedaba sumido en un intenso sopor, al encuentro del diablo.

Nikon D300 35-70 iso 100

Salado, Marismas del Odiel
Nikon D300 35-70 iso 100
Clavellina de mar, Doñana
Nikon D300 35-70 iso 100
Jaguarzo blanco, Doñana
Nikon D300 nikon 300 iso 100
Lirio, Doñana
Nikon D300 35-70 iso 100
Mandragora

Nikon D300 35-70 iso 100
Ranunculo, Doñana

Nikon D300 35-70 iso 100

Algodonosa, Marismas del Odiel

Nikon D300 35-70 iso 200
Marismas del Odiel

Nikon D300 35-70 iso 100

Cantueso, Doñana

Nikon D300 35-70 iso 200

Alhelí de Mar, Odiel

Nikon D300 sigma 150-500 iso 200

Doñana

Situaciones

Estas fotos representan situaciones en las que he disfrutado de mi trabajo, son imágenes que me ha brindado la naturaleza, sin lugar a duda algunas de ellas están llenas de dramatismo y otras de sentimientos.

La caza para poder alimentarse y subsistir, o el cortejo para poder perpetuar a la especie, son momentos llenos de vida y de emoción y el poder participar de ellos es todo un privilegio.

Iré poniendo poco a poco algunas de estas fotos ya que ahora es un momento en el que hago muchas, pero tengo poco tiempo para poder seleccionarlas y subirlas, es lo que tiene este periodo tan bello, pero de mucho trabajo y seguimiento para mí.


Aprovecho para dar las gracias a todas esas personas que siguen este blog y me dejan comentarios en el o en mi correo, llevo ya mil visitas y no lo podría haber conseguido sin vosotros, que hacéis que este blog tenga sentido.

Águila pescadora con su presa, Veta la palma (Doñana)

Nikon D300 sigma 50-500 f 6,3 iso 200

Autillo campeando
Nikon coolpix 4500

Alcaudon común atento al peligro

Nikon D300 sigma 150-500 f 8 iso 200

Macho de tarabilla común
Nikon D300 sigma 50-500 f 6,3 iso 400

Pareja de abejaruco cortejando

Nikon D300 sigma 150-500 f 8 iso 200

Charrancito haciendo cortejando a una hembra

Nikon D300 sigma 150-500 f 8 iso 200