Los pirineos, son para mí un escape espiritual, es cambiar todo a lo que estoy acostumbrado, el calor en verano, el estiaje amarillo sin agua por los campos verdes y rebosando de agua allí donde pises, el horizonte plano de la marisma a un horizonte cercano por donde tus ojos se chocan contra una montaña.
Todo es distinto, incluso las rutas para andar son muy distintas y mas dificultosos, la altura y el desnivel es algo bastante sufrido para alguien que esta acostumbrado a lo llano y a la arena, pero el cambio es algo que merece la pena, te relajas, te sientes integrado con una naturaleza muy distinta.
Te ves mezclado entre gente que trata la naturaleza de una forma un poco distinta, la ama y la respeta, sabe que en la montaña no se pueden descuidar, que a la vez que es preciosa puede ser altamente traicionera.
Solo cuando te ves en lo más alto de un pico a 2800 metros (es lo máximo a lo que pude llegar), te das cuenta de lo insignificante que somos, te ves rodeado de montañas enormes, de glaciares, de ibones del deshielo, ríos y cascadas. Y ves en este momento que todo el daño que le hacemos a la naturaleza, se puede volver contra nosotros, y nos puede quitar de ella en un momento.
A sido un viaje de lo mas enriquecedor y lleno de aventura acompañado de Rocio, Alicia y nuestra incasable perra Nayma.
Ya era hora de que actualizaras macho.... te haces tela de rogar. A ver si cuelgas la carracaza esa que pillaste, para que todos rabiemos de envidia!! jajajajaja. Muy chulo el reportaje del Pirineo, me gusta especialmente la primera y la de la mariposa. Abrazos!
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