Hace un par de semanas tuve una suerte increíble, hacía más de 3 años que no veía uno y además las dos últimas lejos y muy rápido, y al menos cinco años que no lo veía bien.
Y si fuera que yo soy un visitante de Doñana que va poco por las zonas donde hay, pues se podría explicar, pero por mi trabajo me muevo todos los días por el parque y podría tener oportunidad de verlos todos los días o casi todos.
Muchas veces lo veían el coche que iba detrás de mi y si algún coche lo había visto cinco minutos antes, cuando yo pasaba por allí ya no estaba.
Yo siempre he dicho que simplemente el no quería que yo lo viera, que seguro estaría observandome mientras yo paso o hago mi trabajo.
El otro día cuando íbamos una serie de gente a hacer un control de una colonia de espátulas nos encontramos con esta hembra en medio del camino y allí se quedo sentada mirandonos sin inmutarse, toda una experiencia ver esa mirada tan impresionante, ver como te observa con toda tranquilidad.

Lince bérico, Doñana
Nikon D300 sigma 150-500 f6 1/100 s iso 800