Hemos empezado el año igual que lo terminamos, con lluvia, esa lluvia tan esperada en el mes de noviembre y que desde que empezó no da tregua, no deja más de dos días seguidos de sol. Este último temporal nos ha dejado en el sur e incluso en Sevilla, una pequeña nevada, muy simbólica, pero no deja de ser curiosa, ya que hacia más de 57 años que no nevaba.
El único día que pude salir al campo, aunque no puede hacer mi trabajo, ya que había demasiada agua, los caminos estaban impracticables y no se podía pasar siendo todo una lámina de agua, pude hacer estas dos fotillos.
Parecía que este año no se iban a ver lechuzas campestres por Doñana, pero el hecho de que esté la marisma inundada y el frío, han hecho que se refugien en su lugar de siempre.
El elanio azul estaba en la Dehesa de Abajo, la cual se ha desbordado, buscando un lugar sin agua donde esperar a que saliera alguna presa para cazar.
