Hace ya mucho tiempo que quería hacer cambios en el blog. No me sentía demasiado contento con el formato y el diseño de este, pero no me atrevía o no era capaz de encontrar ni un diseño ni un formato que me llenara.
El cambio sé que no es muy evidente, pero era necesario, ya que el diseño anterior no era bueno, en ordenadores en los que la pantalla no era panorámica se cortaban las fotos, no se veían bien, y había algunas cosillas que este diseño si me dejará retocar en un futuro.
El caso es empezar y que a todos os guste la presentación del renovado blog.
Acompaño a esta renovación una foto que hice no hace demasiado tiempo, una mañana muy temprano, en que el cielo estaba como pocos días te encuentras y pasas en el momento justo por el sitio ideal y además te puedes parar.
Es lo que se llama estar en el lugar y en el momento adecuado, puedo sentirme afortunado ya que la naturaleza me brinda más de una de esas oportunidades y que no desaprovecho.
Es una de esas fotos que cuando la ves te produce la misma sensación que te daba la propia imagen insitu al ver ese cielo, con ese color, con ese reflejo en el agua, en la madre de las marismas de Doñana, paz, sosiego, tranquilidad y eterna gratitud por poder contemplar un día más un amanecer como ese.

La Madre (Doñana), El Rocio, Huelva
Nikon D300 sigma 17-35 f 4 1/100s. iso 200